El banana fair y la cuestión de los productos agrícolas en las economías africanas

La gran mayoría de los países africanos dependen de la agricultura y otros bienes primarios, por lo que no debería sorprender que emprendan iniciativas para promover este sector. En el caso de Angola, el banana fair es uno de los más importantes y estratégicos.

Con el objetivo de diversificar su economía e impulsar la agricultura local y su comercialización, Angola celebra anualmente el banana fair, una feria y reunión de productores locales de plátano, cooperativas, asociaciones e industriales, en la cual exploran diversas oportunidades de negocio en torno a esta fruta, así como discutir estrategias de expansión de mercados para que este país del sur de África continúe ganando presencia en el mercado global de plátanos.

La reunión tiene lugar en la provincia de Bengo, localizada al norte del país y limítrofe con Luanda, la capital, y el evento atrae a cientos de personas interesadas en el sector bananero, y en cada evento realizado, el monto de la facturación es cercana a los 100 millones de kwanzas angoleñas (poco más de 115 mil dólares estadounidenses, y 2 millones de pesos mexicanos).

En el marco de estos esfuerzos, promovidos por el presidente del país, João Lourenço, los plátanos aparecen como un auténtico “diamante verde”, para la economía angoleña, que depende en buena medida de las rentas petroleras y de la empresa paraestatal Sonangol, que se ha visto envuelta en escándalos de corrupción y malos manejos en los últimos años.

Por tanto, la producción de plátanos y su promoción aparecen como una apuesta por parte del gobierno para impulsar otros sectores económicos, más allá de la extracción de hidrocarburos, algo que también beneficiaría a los pequeños agricultores locales.

Actualmente, Angola es el principal productor de plátanos en el continente africano, y el séptimo a nivel mundial, exportando su producción a países como Sudáfrica, Namibia, República Democrática del Congo, Rusia y otras naciones europeas, con un volumen que supera las cuatro millones de toneladas cada año.

Sin embargo, Novagrolíder, el principal productor del país, concentra el 70% de la cuota del mercado angoleño y 30% de las exportaciones, lo cual nos indica una alta concentración, pero en esta feria – la décima que se ha realizado – asisten más de 150 expositores, que también indica que este sector presenta un considerable espacio para la entrada de más productores y generador de empleos formales.

La gobernadora de Bengo, Maria Antónia Nelumba, declaró que su provincia continuará promoviendo la producción e inversión en toda la cadena de producción de los plátanos, y que esta feria ha superado las expectativas en términos de asistencia y de ganancias, y que, de continuar con esta tendencia, este sector tendrá un futuro brillante dentro de un contexto extremadamente competitivo a nivel continental, y jugará un rol importante en la diversificación de la economía nacional.

Pese a estos esfuerzos,este tipo de acciones nos indica que muchos países africanos como Angola continúan enfocados en sectores económicos primarios, con poco valor agregado, lo cual limita las posibilidades del crecimiento económico.

Basta con ver el caso de Centroamérica, donde a partir de los años cincuenta del siglo XX, surgió el término peyorativo de “repúblicas bananeras”, para referirse a aquellos países que se caracterizan por la inestabilidad política, corrupción y dependencia económica, cuya principal característica en común es la producción en gran escala de productos agrícolas y diversas frutas, entre las que destacan precisamente los plátanos.

Y en efecto, muchos países africanos tienen estructuras políticas y económicas similares a las de la Centroamérica, y en este sentido, tienen que estar conscientes de que producir y vender plátanos al mundo no resolverá sus problemas económicos, y tendrán que desarrollar nuevos sectores y actividades.

Con todo, la organización de este tipo de ferias es positiva, dado que ningún país puede tener desarrollo económico sin atender su sector agrícola, que emplea a la mitad de la población económicamente activa de África. Ese es el doble reto que naciones como Angola deberán atender.

Con información de AfricaNews, Medafrica times y Angola Press.


Carlos Luján Aldana

Economista Mexicano y Analista político internacional. Africanista por convicción y pasatiempo. Colaborador esporádico en diversos medios de comunicación internacionales, impulsando el conocimiento sobre África en la opinión pública y difundiendo el acontecer económico, geopolítico y social del continente africano, así como de la población afromexicana y las relaciones multilaterales México-África.

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