De acuerdo con una encuesta realizada por Afrobarometer a ciudadanos de 39 países del continente africano entre 2021 y 2023, la población africana se muestra preocupada, principalmente, por el empleo y el manejo de la economía por parte de sus gobiernos, y las expectativas en que la situación económica mejore son bajas.
Los resultados obtenidos por Afrobarometer demuestran el deterioro de la situación económica en muchos países africanos, quienes han tenido que sortear nuevos y viejos obstáculos para alcanzar un desarrollo y crecimiento económico estables.
Desde el 2020, con el advenimiento de la pandemia del COVID-19, la guerra entre Ucrania y Rusia, el aumento de la deuda externa y un aumento en las tasas de interés a nivel global forman parte de los factores externos que están complicando el panorama económico africano.
Aunado a lo anterior, a nivel interno persisten problemas estructurales, presiones inflacionarias y disrupciones en la cadena productiva que afectan el óptimo funcionamiento de las economías nacionales africanas, que continúan siendo dependientes de la agricultura y la explotación de recursos naturales, sujetos por tanto a las fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas.
Como resultado de la combinación de estos factores internos y externos, las economías africanas están atravesando por turbulencias económicas bastante fuertes, donde aproximadamente el 40% de la población africana vive por debajo de la línea de pobreza y las tasas de desempleo se mantienen altas, principalmente en el sector juvenil.
Este sector poblacional es el más afectado, aún en los países más desarrollados, como Sudáfrica, Nigeria, Senegal, Kenia y Ghana, países en donde se han presenciado importantes protestas sociales que tienen como su principal combustible el deterioro de la situación económica y su descontento contra medidas de austeridad y paquetes fiscales que buscan implementar los distintos gobiernos para salir de la crisis, pero que son bastante restrictivos e impopulares.
Los ciudadanos exigen de sus gobiernos una pronta solución a sus demandas, pero sólo la mitad de los entrevistados espera que la situación se revierta a corto plazo. Los datos recopilados por Afrobarometer muestran que dos terceras partes de los entrevistados (el 65% de ellos) califican la situación económica de su país como “mala” o “muy mala”. Más de la mitad (52%) de ellos también aseguraron que sus condiciones personales de vida se han visto deterioradas en los últimos dos años.
A grandes rasgos, los africanos reportaron que no contaban con acceso suficiente a alimentos, agua, atención médica e ingresos monetarios suficientes. En los países en los que se realizó la encuesta, la mayor parte de la gente atraviesa por pobreza moderada o extrema, siendo particularmente alta en la República del Congo (86% de los entrevistados), Mauritania (84%), Níger (84%) y Camerún (81%).
Por su parte, la creación de empleos se mantiene como uno de los principales asuntos de interés para la población africana, haciendo énfasis en los aumentos en los salarios mínimos y en mantener la estabilidad de precios. En promedio, el 32% de la población económicamente activa del continente está desempleada, lo cual explica estos resultados. Solamente en cinco de los 39 países en donde se realizó la encuesta más de la mitad de los entrevistados tenían un trabajo estable: Seychelles, Tanzania, Ghana, Marruecos y Etiopía.
Otro punto para destacar es que el desempleo fue el principal motivo de preocupación entre la juventud africana, a diferencia de su contraparte con mayor edad, mientras que el manejo de la economía fue un motivo de preocupación en todos los rangos de edad.
Finalmente, otros motivos de preocupación entre la población africana fueron temas como la salud, agua potable, infraestructura carretera, educación en inseguridad, tal como se muestra en la siguiente gráfica.
Con información de Afrobarometer.
