Arroz en las mesas, pero hambre de buen gobierno: nuevas protestas en Nigeria

En las últimas semanas, Nigeria ha presenciado nuevas protestas sociales, esta vez, debido a una crisis económica y a las medidas de austeridad decretadas por el gobierno.

Cuatro años después de las protestas sociales multitudinarias en Nigeria contra la brutalidad policial, las calles de las ciudades de este país africano han sido tomadas de nuevo por los manifestantes para demostrar su malestar contra las medidas restrictivas que se han implementado para sortear la crisis económica que atraviesa el país, aplicadas por el gobierno del presidente Bola Tinubu, que han provocado el encarecimiento de los productos básicos y un ambiente político más tenso, que ya presentaba enormes desafíos y fracturas.

En esta ocasión, las marchas (convocadas en redes sociales bajo la etiqueta #EndBadGovernment) están inspiradas en los acontecimientos previos en Kenia, donde una serie de protestas evitaron la implementación de una controvertida reforma fiscal.

Como era de esperarse, las marchas fueron reprimidas con dureza por la policía, la misma que hace cuatro años estuvo en el foco de la polémica en el marco del movimiento #EndSARS. En esta ocasión, las manifestaciones fueron especialmente importantes en el norte del país, al grado que algunos Estados decretaron el toque de queda con la finalidad de evitar mayores disturbios.

Previo a las protestas, el mismo gobierno nigeriano distribuyó 740 tráilers llenos de costales de arroz para distribuirlos de forma gratuita a los más necesitados por los 36 Estados del país y la capital federal. Estas medidas – de acuerdo con los funcionarios del gobierno – es la primera etapa de una política dirigida a evitar la escasez de alimentos y asegurar su abasto a los más vulnerables, y que “siempre tengan arroz en sus mesas”.

A lo largo de la administración del presidente Tinubu, estas actividades de distribución son una constante. Resulta necesario subrayar que el arroz es el alimento básico de los nigerianos, y este país es de los principales productores y consumidores de este cereal. Es común observar que durante el proceso de entrega del arroz a la población se produzcan incidentes y estampidas, que incluso han provocado muertes.

Pese a los costales de arroz, la sociedad civil nigeriana no está nada conforme. Aseguran que a sus políticos no les interesa el país, y que han reducido la gobernanza a la mera distribución de arroz y los cuidados paliativos, mientras que nadie habla de inversiones ni de creación de infraestructuras básicas.

La crisis económica es severa. En junio, Nigeria registró una tasa de inflación histórica del 34%, lo que ha provocado el aumento en el precio de productos como el maíz, el ñame y el mismo arroz, que cada vez son menos accesibles. A su vez, el gobierno ha eliminado algunos subsidios, como el de la gasolina y el de las matriculas a la educación, lo cual ha tenido efectos adversos en su moneda, la naira, que está devaluada. El aumento al salario mínimo y la distribución de arroz no han sido suficientes para revertir la situación.

En consecuencia, el gobierno de Bola Tinubu, que apenas tiene un año en el cargo, es bastante impopular. Y al igual que en Kenia, los jóvenes son el sector más afectado, y es el que está liderando las protestas, que están mostrando, una vez más, las enormes debilidades de la gobernanza en Nigeria.

Ante las protestas, el presidente Tinubu asegura que las marchas se han tornado violentas por culpa de unos pocos con “claros fines políticos”, aunque también se muestra preocupado, y afirma comprender el dolor y frustración que impulsan las protestas, por lo cual se muestra abierto a escuchar las demandas y buscar soluciones a la crisis que aqueja a la nación.

Sin embargo, el temor de que las manifestaciones se intensifiquen estará latente mientras la población nigeriana no mejore su situación y sus condiciones de vida, y si a eso le agregamos otros problemas como el terrorismo y la inseguridad, el panorama nacional nigeriano luce sombrío a corto plazo.

Con información de AP News, Punch y Voice of Nigeria.  


Carlos Luján Aldana

Economista Mexicano y Analista político internacional. Africanista por convicción y pasatiempo. Colaborador esporádico en diversos medios de comunicación internacionales, impulsando el conocimiento sobre África en la opinión pública y difundiendo el acontecer económico, geopolítico y social del continente africano, así como de la población afromexicana y las relaciones multilaterales México-África.

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