
El cambio tecnológico y los avances digitales han hecho posible, en todo el mundo, el surgimiento de modelos de negocio alojados en la nube a través de internet, reduciendo costos operativos. A continuación, se presenta el surgimiento, desarrollo y desempeño de este tipo de empresas – que se conocen como startups – en el continente africano.
El mundo empresarial, junto con la sociedad en general, se han transformado con una gran rapidez en los últimos años, lo cual ha impactado de manera drástica en los procesos de producción y hábitos de consumo. La aparición de nuevas tecnologías y su aplicación han generado un fenómeno disruptivo, cuyas características tiene los componentes necesarios para referirnos a una nueva revolución industrial: la digitalización.
Hasta antes de la segunda guerra mundial, la mayor parte de las empresas más importantes tenían una estructura corporativa jerárquica muy rígida, bajo un enfoque de gestión de liderazgos de mando. Sin embargo, pronto comenzaron a surgir nuevos modelos de negocios más flexibles, basados en tecnología, innovación y optimización de los procesos industriales, lo cual permite ofertar productos y servicios novedosos.
Los pioneros en la creación de este tipo de empresas fueron un grupo de ingenieros que trabajaban en una zona del sur de San Francisco, California, en lo que hoy se conoce como Silicon Valley. A inicios de la década de los ochenta este modelo de negocio se consolida de la mano de Internet, y a partir de entonces comenzaron a convertirse en importantes actores de la economía global.
Gracias a su crecimiento exponencial, en los primeros años del siglo XXI una parte de estos negocios se convirtieron en grandes corporativos tecnológicos internacionales, creando nuevos mercados y reescribiendo las reglas del juego de una economía que combina los espacios físicos y virtuales.
Estamos hablando de Google, Facebook, Amazon y Apple, entre muchas empresas más que han revolucionado la forma en la que establecemos nuestras relaciones sociales, incluidas las económicas. Todos ellos pasaron por la etapa de startup en los inicios de su existencia. Esta palabra es un anglicismo cuyo significado es un poco confuso, pero que está relacionado con la digitalización, el emprendimiento, y con una gran dosis de incertidumbre, innovación, tecnología y riesgo.
En términos simples, una startup es una empresa emergente digital que está centrada en obtener un crecimiento exponencial. Puede referirse a compañías de cualquier ámbito o sector, pero normalmente se utiliza para referirse a aquellas que están relacionadas con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s).
En este punto, vale la pena señalar que una startup no es lo mismo que una PyME (Pequeña y Mediana Empresa), debido a que ésta última se centra en un negocio que ya se encuentra plenamente validado y establecido. En contraste, una startup explora una idea de negocio mediante un método que se conoce como Lean Startup.
Su objetivo es resolver de manera simple y efectiva un problema grande, o bien, crear una necesidad. Para alcanzarlo, primero tienen que validar las hipótesis de sus planes de negocio hasta encontrar uno repetible, endógeno, sostenible y escalable.
Una de sus mayores ventajas radica en que se encuentran con pocas barreras técnicas para el desarrollo de productos. Además, la startup se centra en la innovación, la flexibilidad, la resolución de un problema o “punto de dolor” para las personas, y la escalabilidad del negocio (es decir, la capacidad de incrementar los ingresos con una pequeña inversión.
En contraparte, debido a sus características, las startup se ven obligadas a asumir mayores riesgos, a enfrentarse a una competencia más feroz, a contratar personal muy especializado que difícilmente puede encontrarse en los mercados de trabajo, a ganarse la confianza de sus clientes y convencerlos sobre las bondades de sus productos, así como dedicar especial énfasis a temas como la gestión financiera y ciberseguridad.
Actualmente, las startups conforman una parte vital de la economía global. Son fuentes importantes de empleo e impulsan la innovación y la mejora continua de manera constante. Su modelo de negocio se ha expandido se Silicon Valley al resto del mundo con bastante éxito, y el continente africano no ha sido la excepción.

Al ser una de las partes del planeta más marginadas y explotadas, el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación, así como un espíritu de emprendimiento digital, se enfrentan a múltiples obstáculos en los países de África. No obstante, en gran parte de ellos se está avanzando en la construcción de espacios digitales, que en poco tiempo han impulsado cambios significativos.
Poco a poco, la tecnología se ha vuelto más accesible para la población africana. Cada vez hay más africanos que cuentan con un teléfono o dispositivo móvil, y gracias a ello, el ecosistema de las startups ha florecido en el continente, que si bien aún es incipiente y se encuentra en las primeras fases de su desarrollo, su crecimiento es actualmente el más rápido a nivel global.
Con el advenimiento de la pandemia de COVID-19, África era uno de los pocos mercados tecnológicos que quedaban sin explorar, y los inversionistas internacionales vieron en las innovaciones africanas una atractiva fuente para generar dividendos. En tan sólo ocho años, el número de startups en África creció en más de 1,200%, al pasar de 54 compañías registradas en 2014, a 677 en el 2022. La mayor parte de ellas se encuentran solamente en cuatro países: Sudáfrica, Egipto, Nigeria y Kenia, pero también comienzan a surgir nuevas en otros rincones del continente.
Tras años de crecimiento, durante el primer semestre del 2024 se registró por primera vez una desaceleración en el fondo de inversiones para las startups africanas: un 57% interanual, de 1.8 billones en 2023 a 780 en 2024. A pesar de ello, sectores clave, como los transportes, finanzas y tecnologías limpias, continuaron atrayendo importantes cifras.
Pese a esta disminución, las startups ofrecen muchas oportunidades, que están siendo aprovechadas por cientos de emprendedores, quienes crean valor, innovación, abren mercados y demuestran que el ecosistema de startups en África es redituable y lucrativo para los inversionistas.

Una de las particularidades de las startups africanas es su diversificación de sectores, es decir, que abarcan más actividades económicas en comparación con las de otras regiones del mundo. Aunque las Fintech también son las que concentran el mayor número de startups, aparecen con fuerza otros ámbitos, como el comercio electrónico, logística, salud, educación y transportes, algunos de los cuales parecen estar alejados del mundo digital.
Pero lo cierto es que, tras el abandono de estos sectores por parte de los gobiernos africanos, los emprendedores africanos han visto oportunidades de negocio y de crecimiento en sectores que difícilmente pueden convertirse en negocio en otras partes del mundo. En el marco de este proceso, también se están reduciendo las brechas en el acceso a servicios básicos, al desarrollo económico, y brindan a la gente una oportunidad de construir negocios y empleo.
En suma, las startups africanas involucran a la población y están contribuyendo de manera efectiva a que tengan una vida más confortable, así como al mantenimiento de conexiones con el resto del mundo.
Sin duda, los desafíos más importantes para las startups en África son, por un lado, ampliar las infraestructuras físicas que hacen posible la digitalización (como centros de procesamiento de datos y servidores), y por otro, reducir la dependencia tecnológica externa.
Sobre todo, África tiene que ampliar el acceso a la energía eléctrica, teniendo en cuenta que más de la mitad de la población africana no tiene electricidad en sus hogares. Puede parecer ridículo afirmar que las startups africanas tienen enormes perspectivas de crecimiento cuando aún carecen de lo más indispensable, pero son justamente sobre esas limitaciones sobre las cuales los emprendedores digitales están encontrando las mejores oportunidades.
Basta con observar la historia de las startups africanas más importantes y las fórmulas que las llevaron al éxito para comprender mejor todo lo que hasta ahora se ha dicho de ellas. Por tanto, a continuación se describen algunos de esos casos, donde se describe el contexto en el que se desarrollan y las oportunidades que lograron explotar como modelos de negocios digitales exitosos, tal como lo marca el manual de las startups.
En cada uno de ellos podremos apreciar la gran diversidad de ideas de negocio que se han llevado a la práctica, así como los beneficios económicos y sociales que se están obteniendo, aún en los Estados más frágiles y vulnerables. De la misma forma, podremos dimensionar la inmensidad de oportunidades que aún existen y el potencial de crecimiento y surgimiento de nuevas startups, que se convertirán en actores estratégicos para un mayor crecimiento y desarrollo económico de los países africanos.
Homzmart.
Creada en 2019 por los emprendedores egipcios Mahmoud Ibrahim e Ibrahim Mohamed, es una plataforma de e-commerce que ofrece muebles y artículos de decoración para el hogar, que sirve como intermediaria entre los fabricantes de este tipo de bienes con los consumidores finales.
Este mercado es uno de los de mayor crecimiento en el continente, y dadas las altas tasas de urbanización, la demanda de muebles y artículos para los hogares está en constante aumento dentro de las ciudades africanas, por lo que estamos hablando de uno de los sectores más lucrativos.
Pero los creadores de Homzmart agregaron a su emprendimiento un gran toque de innovación. Además de ofrecer en sus plataformas digitales alrededor de 2,000 artículos distintos agrupados en 70 categorías, adquirieron tecnología alemana enfocada en el diseño de interiores, permitiendo a sus usuarios visualizar cómo se ven sus productos en las casas antes de adquirirlos, facilitando de esta manera su decisión de compra.
La compañía está en pleno crecimiento. Actualmente tiene más de 600 empleados y una inversión de $40 millones de dólares estadounidenses, y se ha expandido a otros mercados del Medio Oriente y Norte de África. La revista Forbes coloca a Homzmart como una de las 50 startups más valiosas y como mayor financiamiento de esta región.
Paps.
Se trata de una compañía senegalesa de logística que se encarga del reparto a domicilio de diversos artículos dentro de la esfera francófona de África Occidental, sobre todo en Senegal y Costa de Marfil, donde ha tenido muy buena aceptación.
Sus creadores detectaron la necesidad de que los habitantes de las ciudades más importantes de la región, como Dakar y Abiyán, perdían mucho tiempo en el tráfico tratando de recoger un paquete, lo cual era ineficaz para el desempeño de los negocios y la economía en su conjunto.
Fue así como, con unas cuantas motocicletas y desempleados, comenzaron a realizar entregas. Pronto desarrollaron una aplicación, pusieron en marcha una flota de vehículos, definieron rutas, crearon una serie de almacenes y una serie de soluciones tecnológicas que responden a necesidades diferentes.
De esta forma alcanzaron un modelo único, sencillo y de calidad, adaptado a las necesidades de su población y mercado objetivo, y actualmente sus usuarios pueden realizar envíos a prácticamente todo el mundo gracias a una alianza estratégica que alcanzaron con la multinacional UPS.
mPharma.
Esta es una startup ghanesa del sector salud, y está considerada dentro de las diez más importantes del continente, y por una buena razón. La compañía se dedica principalmente a brindar acceso a medicamentos de alta calidad a lo largo del continente, dentro de un mercado farmacéutico que se encuentra fragmentado en la mayor parte de África.
A menudo, los pacientes y sus familias deben recorrer largas distancias para adquirir medicinas a precios altos, y para colmo, en ocasiones no se encuentran en inventario. La pandemia de COVID-19 vino a exacerbar esta situación.
Dado lo anterior, la innovación que ofrece la compañía consiste en utilizar el análisis de datos para optimizar su stock de inventarios, minimizando costos de almacenaje, y brindando a los consumidores lo que necesitan, pudiendo ofrecer mejores precios.
Fundada en el 2013, mPharma cuenta con una red de 300 farmacias en mercados importantes de África, alcanzando a 100 mil pacientes por mes gracias al desarrollo de un software basado en la nube. Su sistema también permite realizar consultas médicas a especialistas de la salud, alertas en los teléfonos de los usuarios para avisarles cuando sus medicinas están disponibles, y a las farmacias cuando sus inventarios son bajos.
Foodstock Farmers Market.
Esta fue una tienda en línea del sector de comercio minorista (retail) con sede en Lagos, Nigeria, especializada en productos agrícolas, pescados, mariscos y alimentos empaquetados o congelados. Básicamente, su modelo de negocio conectaba a agricultores, campesinos y pescadores con los consumidores a través de su plataforma, desarrollando una red de conexiones donde sus usuarios pueden ordenar a través de sus dispositivos móviles, correos electrónicos, Facebook o grupos de Messenger, dando un plazo máximo de tres días de entrega.
Su fundadora, Tayo Omolere, en 2015 tuvo la idea de negocio de dar a la gente la opción de adquirir más variedad de productos frescos sin salir de sus casas, y completó un plan de negocios que estuvo listo en tres meses, tiempo en el que esta emprendedora recorrió todo el país.
Con más de la mitad de la población africana que se emplea en la agricultura y actividades primarias, no es de sorprender que también aparezcan startups dentro de este sector, y Foodstock Farmers Market es un claro ejemplo de éxito
No obstante, y a pesar de que la startup alcanzó un financiamiento de $ 9.46 millones de dólares y tuvo un gran impacto a nivel local, tanto en productores como consumidores, disputas entre su fundadora y sus accionistas obligaron el cierre de la compañía, lo cual también forma parte de los riesgos y la experiencia del emprendimiento mediante las startups.
CarSuq.
Lanzada en el año 2016, CarSuq es la primera startup del sector automitriz en su país, que se dedica principalmente a la compra y venta de vehículos nuevos o de segunda mano en las principales ciudades del país.
Esta especie de Kavak chadiana tiene un amplio catálogo de automóviles, motocicletas y camionetas a precios competitivos, y para quienes buscan comprar una unidad, ofrecen diversos planes de financiamiento que se pueden encontrar en su sitio web. A su vez, también ofrecen la opción de importar algún vehículo del extranjero, así como la compraventa de autopartes.
Quizás la industria automotriz en África no sea tan grande como en otras partes del mundo, y menos en uno de los países más pobres del continente, como Chad, pero lo cierto es que este sector está experimentando cambios significativos influenciados por el ascenso de las marcas chinas, a un ritmo de 6% anual.
De esta manera, CarSuq se ha mantenido a flote, y su modelo de negocio (novedoso para el mercado chadiano) tiene grandes perspectivas de crecimiento en un futuro cercano.
Zepz.
Zepz no es solo el nombre de una startup africana, sino un grupo que impulsa dos marcas globales de remesas y transferencias internacionales de dinero: WorldRemit y Sendwave. Su CEO, Ismail Ahmed, fue un refugiado somalí en el Reino Unido, donde se enfrentó a los desafíos de encontrar una forma eficiente y asequible para enviar dinero a sus seres queridos que se encontraban en su país.
Tras meses de investigación y capacitación, Zepz rápidamente ganó popularidad entre los migrantes por su plataforma fácil de usar y los tipos de cambio competitivos, alcanzando un financiamiento de $267 millones de dólares.
Además, Zepz plantea atraer nuevas inversiones para expandirse en los mercados africanos, donde la migración y los desplazamientos africanos no cesan. Actualmente tiene alianzas estratégicas con algunas operadoras de telefonía móvil, como M-PESA (Kenia) y MTN (Sudáfrica), a través de las cuales los usuarios pueden enviar y recibir sus remesas utilizando sus dispositivos móviles.
Esta compañía fintech continúa innovando y mejorando sus servicios. En 2021, tenía más de 11 millones de usuarios en 150 países, cifras que muestran el tamaño que la empresa ha alcanzado y la demanda de este tipo de servicios en los países que enfrentan crisis de migrantes y refugiados.
Asaak.
Hablando de startups del sector de las Fintech, aquí les presantamos otra más que vale la pena revisar: Asaak. Esta startup con sede en Kampala, Uganda, creada en 2016, es una de las tantas Fintech que se han apoderado del sector financiero en África, solo que ésta se especializa en dos de los productos más demandados en el este de África: las boda boda (motocicletas, o mototaxis) y los smarthphones.
Tanto las motocicletas como los dispositivos móviles han creado auténticas revoluciones sociales a lo largo y ancho de África. Muchos jóvenes de la región se emplean como mototaxistas, pero a pesar de que tienen trabajo estable y constante, atraviesan serias dificultades para obtener un préstamo en las instituciones bancarias, debido a que muchos de ellos operan en la informalidad.
Y fue aquí cuando un grupo de emprendedores ugandeses vieron la oportunidad de crear una Fintech dirigida especialmente a este segmento, otorgando créditos y préstamos para adquirir ya sea una motocicleta, un smartphone o combustible.
A la fecha, el modelo de negocio ha tenido bastante éxito y aceptación por parte de la población ugandesa, se han aceptado más de 6 mil solicitudes de préstamos, con $8 millones de dólares invertidos y una tasa de reembolso del 95%. Además, están asociados con otras startups africana igual de exitosas, como Jumia y SafeBoda.
RDG Collective.
Finalmente, revisemos una startup del sector de las Cleantech: RDG Collective, que surge también en el 2016, y tiene su sede en Lusaka, Zambia. Se trata de un distribuidor de energía solar en la red de este país del sur africano, con planes de expansión a otros países del continente. De acuerdo con sus fundadores, el propósito de su emprendimiento es empoderar a los hogares, empresas y comunidades facilitando el acceso a productos y servicios que funcionan a base de energía renovable, como refrigeradores, televisores, calentadores de agua y dispositivos móviles.
Esta compañía diseña, fabrica, distribuye y financia estos productos a través de sistemas solares domésticos (SHS) y electrodomésticos de uso productivo, a través de una red de agentes de venta en áreas rurales y urbanas. Los usuarios de RDG Collective pueden aplicar a un préstamo para un producto dentro de su plataforma, y en aproximadamente 5 minutos puede ser aprobado.
Dado que el costo de esos productos es significativamente alto para el poder adquisitivo de la población africana, RDG aplica el método Pay as you go (pagos sobre la marcha), de modo que el pago de los productos o servicios es extenso, lo cual beneficia al consumidor. Este modelo de negocio y las soluciones sustentables que ofrece tienen mucho potencial, que van desde el mejoramiento del nivel de vida de los hogares zambianos hasta ampliar el acceso a la electricidad.
Pero quienes más se han beneficiado de este emprendimiento son los agricultores, quienes gracias a las bombas de agua solares, pueden enfrentar las sequías – cada vez más comunes en esta parte de África – y mitigar los efectos del cambio climático. De esta manera, esta startup ya tiene un gran impacto a nivel social y económico, con enormes perspectivas.