Uno de los errores más comunes y preocupantes que se manifiesta al momento de abordar cualquier asunto que concierne al continente africano, es concebirlo como su fuera una unidad homogénea, o peor aún, como si fuera un país.
Aunque a veces una fundamentación teórico conceptual de corte continental nos puede resultar útil en determinadas investigaciones o análisis, nunca debemos perder de vista que África es un continente sumamente diverso. Por lo mismo, la adecuada comprensión de los marcos nacionales y regionales son muy importantes para un mejor entendimiento de la realidad política, económica y social del continente.
El surgimiento de una región es un producto histórico, y encierra factores de carácter geográfico, histórico, económico, político, social, cultural y varios más. En relación a la identificación de las regiones de África, ésta suele ser confusa, sobre todo para aquellas personas que desconocen el contexto africano.
Por todo ello, considero importante dejar claro cuáles son esas regiones, que son las siguientes:
- Norte de África y Magreb.
- Sahel.
- África Occidental.
- África Central o Ecuatorial.
- África Oriental.
- Cuerno de África.
- África Austral o Sur de África.
A todas ellas se suma el término de “África Subsahariana”, que se utiliza para referirse a los países que se ubican al sur del desierto del Sahara, para distinguirlos de las naciones del norte ,”culturalmente más relacionados con el Mundo Árabe. Sin embargo, el uso de este término, en lo personal, me parece desafortunado y tendencioso, porque el Sahara ha sido un puente de intercambio entre los pueblos del continente, y no en un muro que los divida.
En este mapa pueden visualizar la ubicación de cada una de las anteriores regiones: